Clarisa
សណ្ឋាគារ ផ្ទះសំណាក់ គ្រែ និងអាហារពេលព្រឹក Calle Gral Manuel Belgrano S / N, អ៊ីរូយ៉ា, សាល់តា, A4633AIA, អាហ្សង់ទីន
5 Photos
Amenities
- បរិក្ខារប៊ីប៊ីឃ្យូ: Yes
- ការាកមាលុកម្ម: Yes
- បន្ទប់ទឹករួមគ្នា: Yes
- ផ្ទះបាយរួមគ្នា: Yes
Nearby Attractions
Reviews (9)
Familiar
Familiar como la mayoría de los hostels. Barato. Una casa adaptada a los viajeros. Guardería de equipaje Duchas pesimas Habitaciones grandes Ideal para compartir con otros viajeros Parrilla disponible para el uso común
Decente
La vista desde el hospedaje es hermosa, y las instalaciones son completas: baño cama y cocina. Lástima la precariedad de la cocina (la garrafa perdía) y la suciedad permanente de los baños, bastante rotos además.
De pasada!
Es un albergue / casa de familia, en el cual tuvimos muy buena atención, eramos 35 personas. Tiene una cocina para compartir y 3 baños. El único camino para llegar es en subida, y con las mochilas cuesta bastante, pero vale la pena por la hermosa vista! Esta muy cerca del mirador.
Humilde y gentil
Pocos son los hospedajes en este pueblito soñado. Generalmente uno acude a casas de familias, donde uno es acogido como si fuera su casa. Eso es lo que me hicieron sentir los dueños de este albergue. Por supuesto no hay que esperar lujos ni nada que se le parezca.
Descanso
Es un albergue / casa de familia muy recomendable para pasar unos días y descansar. La atención fue excelente, la limpieza del lugar no es de las mejores y no es tan cerca de la plaza, lo cual implica una caminata larga desde donde salen los colectivos.
Dormir y compartir en una amplia casa de familia
Hay pocos hospedajes en este pueblo, pero hay muchas casas de familia que te brindan un buena habitación y una buena atención. En esta casa, hay varias habitaciones para compartir, nosotros pasamos dos noches en una habitación doble, con baño compartido. Hay un comedor y una cocina para compartir, y un patio / balcón con una vista increíble de Iruya. La atención de la familia es muy buena. Lo único malo es que esta alejado de la plaza y el único camino para llegar es en subida, con las mochilas cuesta bastante. Esta muy cerca del mirador.
Calidez y cultura
No es exactamente un hostel 5 estrellas, pero tiene muchísimas cosas que lo convirtieron en el lugar más lindo donde me hospedé estando en Iruya. Desde el vamos, la negativa está en que la Casa de Clarisa queda en la parte más alta de la Belgrano, con lo cual subir hasta allá con la mochis requirió de unos cuantos pares de pulmotores y toda la fuerza de voluntad, pero bueno, eso fue una sola vez, la subida es picante pero te entrena para hacer las distintas actividades en el pueblo. La casa es 3 pisos, bien amplia así que no te estás chocando con nadie, arriba vive la familia y en los dos primeros se desarrolla el alojamiento. Siendo 5, nos hospedamos compartiendo con otras 6, 7 chicas que habíamos conocido en Humahuaca, nos cobraron 20 pesos la noche, una ganga, fue lo más barato que conseguimos. La habitación en la que nos quedamos todos, de arriba, al frente, tiene una terracita con una vista increíble del paisaje que da para mirarlo toda la tarde. Las camas son super comodas y estan bien equipadas para el frio. No vimos en general ningun signo de descuido o de bichos. Los baños estaban siempre limpios, el agua para bañarse tenia su técnica (habia que calentar previamente un termo) pero, como repito en otras reseñas de hostel que he visitado, uno sabe que cuando va a hostel, el tema baño es un tema. En este caso seríamos 5 grupitos los que estuvimos y en todas las oportunidades me bañe super bien. La cocina grande, equipada, un poco sucia pero eso culpa de la gente que no limpiaba, sospecho que era un grupito que cocinaba a morir y no se hacia cargo de su suciedad porque cuando se fueron, todo fue orden. Esta en la gente, repito. Dos veces organizamos todos los hospedados una comida comunitaria, asado y ensalada, lo cual habla de la calidad de los viajeros que aqui llegan, pegamos buena onda con todos. La gente es muy muy cordial e incluso estuvimos hablando con ellos acerca de su vida y sus costumbres. Hay que tener en cuenta que en Iruya hay como una especie de toque de queda, a partir de la medianoche en todo el pueblo no se puede hacer disturbios ni ruidos molestos, con lo que todos debimos atenernos a ese detalle. Luego nos enteramos que Clarisa, a quien casi nunca se la ve, es una persona importante en el pueblo, ella es coplera, hace coplas, y ganó no sé que concurso de Salta. Tuvimos el gusto de escucharla en una Peña local. Será mi memoria emotiva hablando, pero realmente me sentí comoda en este lugar.
Un horror de lugar
Creo que jamás estuve en un lugar peor. Se trata de una casa de familia horrible y lo peor de todo: ponen música fuertísima todo el día y toda la noche (hasta las 5 aprox.) El lugar lo regentan los hijos de Clarisa y desde entonces dicen convirtió en una pesadilla. Hay muchos hospedajes antes donde quedarse y donde disfrutar y conocer mejor el lugar: Asunta, Tacacho. Nosotros sólo dormimos una noche en Clarisa y el resto en Tacacho. Un poco más caro pero valía la pena.
La calidez de los lugareños
En Iruya hospedarse en una casa de familia es conocer más del lugar. La gente es muy sociable y hospitalaria y humildemente ofrece al turista un servicio sencillo pero esmerado. Estuve encantada de poder interactuar con los lugareños, tanto en el hostel como en los pequeños comedores, ya que son personas maravillosas.